Receta de Mermelada de Naranja Casera

La Elección de la Naranja: La Base del Sabor
La variedad de naranja que elijas dictará el carácter fundamental de tu mermelada.

Naranjas Amargas o de Sevilla (El Estándar de Oro): Son las naranjas tradicionales por excelencia. Solo están disponibles durante un breve período en enero y febrero. Su alto contenido en pectina y acidez, unido a un sabor intenso y amargo que se transforma en una profundidad compleja y adulta, las convierte en la elección preferida por los puristas.
Naranjas Navel: Una opción muy común y accesible. Son más dulces y tienen un contenido de pectina y acidez más bajo que las Sevillanas. La mermelada resultante será más dulce y menos compleja. Es fundamental añadir más jugo de limón para asegurar el cuajado y equilibrar el dulzor.
Naranjas Valencia: Excelentes para zumo, también son una buena opción para mermelada. Son más dulces que las Sevillanas pero suelen tener una piel más fina, lo que puede alterar la textura final.
Una Mezcla: Para un sabor redondo y equilibrado, usa una combinación. Por ejemplo, ¾ partes de naranjas dulces (Navel/Valencia) y ¼ parte de naranja amarga si logras encontrarla. O, utiliza todas naranjas dulces pero añade el jugo y la ralladura de un pomelo o de dos limones para introducir amargor y acidez.
Siempre que sea posible, elige naranjas orgánicas, ya que consumirás la cáscara. Si no, frota las naranjas vigorosamente con un cepillo bajo agua tibia para eliminar cualquier resto de cera o pesticidas.

Receta Detallada: Mermelada de Naranja Casera Clásica
Esta receta está diseñada para naranjas dulces comunes e incluye pasos meticulosos para garantizar un cuajado perfecto y una mermelada luminosa.