Estas bacterias no siempre son visibles a simple vista, pero una vez que la fruta llega a un ambiente húmedo o cálido, comienzan a multiplicarse rápidamente. Esto es especialmente común en frutas delicadas como los plátanos maduros, las bayas o las uvas.
Por eso, lavar la fruta solo con agua no siempre es suficiente. Aquí es donde entra en juego un método simple que puede marcar una gran diferencia.Supermercados
El método de conservación que realmente funciona
Antes de siquiera pensar en reciclar el envase de plástico en el que viene la fruta, retírala por completo al llegar a casa. Ese envase suele atrapar humedad, lo que acelera el proceso de descom
El primer paso es limpiar bien el recipiente o el fregadero que vas a utilizar. A continuación, llena un recipiente grande o el fregadero con agua fría. Añade un par de cucharadas de vinagre blanco destilado. No te preocupes por el olor: desaparecerá por completo durante el enjuague.
Coloca la fruta en esta mezcla y déjala en remojo durante entre 10 y 15 minutos. Este paso es clave, ya que el vinagre actúa eliminando bacterias, restos de pesticidas y esporas de moho que provocan que la fruta se eche a perder más rápido.
Enjuague y secado: pasos que no debes saltarte
Una vez transcurrido el tiempo de remojo, retira la fruta con cuidado y colócala en un colador. Enjuágala bien con agua fría para eliminar cualquier resto de vinagre. Este paso es importante para que la fruta no conserve ningún sabor ácido.
