Los huevos cocidos se consideran un alimento nutritivo y práctico, y suelen formar parte de las comidas diarias. Sin embargo, los expertos en salud advierten: consumirlos incorrectamente puede desencadenar silenciosamente problemas cardiovasculares y, en ciertos casos, incluso consecuencias potencialmente mortales.
El peligro oculto en la yema
Según el profesor David Spence, del Instituto de Investigación Robarts (EE. UU.), las yemas de huevo contienen fosfatidilcolina, un compuesto que promueve la aterosclerosis (el endurecimiento y estrechamiento de las arterias). Este riesgo es especialmente evidente en personas con hipertensión arterial, diabetes o colesterol alto.
Una investigación publicada en revistas médicas como BMJ destaca aún más el riesgo: consumir sólo 10 g de huevos al día (aproximadamente 1/6 de un huevo grande) puede aumentar el riesgo de enfermedad coronaria hasta en un 54 %.
Esto no es solo teoría. En un caso alarmante, un hombre de 30 años en China fue hospitalizado tras sufrir un derrame cerebral leve. A pesar de comer huevos cocidos limpios y recién hechos a diario, se le detectó que sus niveles de colesterol superaban en más del doble del límite seguro, pasando de 5,1 mmol/L a 11 mmol/L. Este incidente sirve de advertencia para quienes creen que los huevos cocidos son inofensivos en cualquier cantidad.
¿Quién debe tener cuidado con los huevos?
