¿Por qué? Porque:
Obliga a la cabeza a girar hacia un lado durante horas, generando tensión en el cuello.
Desalinea la columna vertebral, lo que puede provocar dolor de espalda.
Comprime los pulmones y limita la calidad de la respiración nocturna.
Ejerce presión sobre el rostro, lo que favorece la aparición de líneas de expresión.
Puede ralentizar la circulación sanguínea, causando hormigueo o entumecimiento.
Si te despiertas rígido, tenso o cansado a pesar de tener un buen colchón… tu postura al dormir podría ser la culpable.
Las mejores posiciones para un sueño reparador.
Afortunadamente, algunas posiciones son mucho más respetuosas con tu cuerpo. Aquí tienes tres posiciones que debes priorizar:
Boca arriba – La “posición de estrella de mar”: para un descanso completo.
Acostado boca arriba con los brazos y las piernas relajados, esta posición:
Respeta la alineación natural de la columna vertebral.
Promueve la relajación muscular.
Permite una respiración más profunda.
Alivia la presión sobre los órganos internos.
Es una de las posiciones más recomendadas para una recuperación física óptima, especialmente por osteópatas y fisioterapeutas.
