Este remedio se basa en ingredientes naturales con propiedades antiinflamatorias y analgésicas, fáciles de conseguir y seguros para la mayoría de las personas.
Ingredientes:
1 cucharada de cúrcuma en polvo
1 cucharada de jengibre rallado (o media cucharada de jengibre en polvo)
1 taza de leche vegetal (puede ser de almendra, coco o avena)
1 cucharadita de miel pura
Una pizca de pimienta negra molida
Preparación:
Calentá la leche vegetal a fuego medio (sin hervir).
Agregá la cúrcuma, el jengibre y la pimienta negra.
Mezclá bien durante unos minutos hasta que esté todo incorporado.
Retirá del fuego y dejá entibiar.
Añadí la miel justo antes de tomarlo.
Modo de uso
Tomá una taza al día, preferentemente por la noche antes de acostarte. Esto ayuda a reducir la inflamación durante el descanso y mejora la movilidad al día siguiente. Podés tomarlo de forma continua por 2 semanas y observar si hay mejoría.
¿Por qué es efectivo este remedio casero?
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