Instrucciones
Empieza preparando el puré de papas. Si usas puré sobrante, asegúrate de que esté frío y firme. Si preparas puré fresco, déjalo enfriar completamente antes de usarlo.
En un tazón grande, combine el puré de papas, el queso cheddar rallado, el queso parmesano rallado, las cebolletas picadas, el ajo en polvo, la sal y la pimienta. Mezcle hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Con las manos o una cuchara para galletas, forme bolitas de aproximadamente 2,5 cm de diámetro con la mezcla de papa. Colóquelas en una bandeja para hornear forrada con papel vegetal.
Prepare una estación de empanizado con tres tazones poco profundos. Coloque la harina en el primer tazón, los huevos batidos en el segundo y el pan rallado en el tercero.
Reboza cada bola de patata en harina, escurriendo el exceso. Sumerge la bola enharinada en los huevos batidos, dejando escurrir el exceso. Finalmente, reboza la bola en el pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera.
Repita el proceso de empanizado con todas las bolitas de papa. Una vez empanizadas, colóquelas nuevamente en la bandeja para hornear.
Calienta el aceite vegetal en una sartén o olla grande y profunda a fuego medio-alto. El aceite debe tener una profundidad de entre 2,5 y 5 cm. Para comprobar si está listo, sumerge un trocito de pan en él. Si chisporrotea y se dora, está listo.
Añade con cuidado las bolitas de patata al aceite caliente, unas cuantas a la vez, procurando no saturar la sartén. Fríelas hasta que estén doradas y crujientes, unos 2-3 minutos por lado. Con una espumadera, transfiere las bolitas de patata fritas a un plato cubierto con papel absorbente para escurrir el exceso de aceite.
