Introducción
Si te encantan los pasteles suaves, ricos y mantecosos con una corteza perfectamente dorada, entonces debes probar este clásico bizcocho de mantequilla. Con su miga tierna, su dulzura delicada y su textura que se derrite en la boca, este pastel es perfecto para el desayuno, la hora del té o como base para postres en capas. A diferencia de otros pasteles, el bizcocho es denso pero suave, lo que lo convierte en un favorito atemporal para todas las ocasiones. Ya sea que se sirva solo, espolvoreado con azúcar en polvo o acompañado de fruta fresca y crema batida, este pastel nunca deja de impresionar. ¡Vamos a hornear esta delicia húmeda y sabrosa!
Ingredientes
2 tazas de harina común
1 cucharadita de levadura en polvo
1/4 cucharadita de sal
1 taza de mantequilla sin sal (ablandada)
1 1/2 tazas de azúcar granulada
4 huevos grandes
1 cucharadita de extracto de vainilla
1/2 taza de leche entera
1/2 cucharadita de ralladura de limón (opcional)
Azúcar en polvo para espolvorear
