El clavo es bien conocido, aunque se utiliza principalmente en dulces, sobre todo en aquellos con frutas. Los dulces de plátano y calabaza, por ejemplo, siempre llevan un toque de clavo.
Sin embargo, se utiliza en todo el mundo para condimentar mucho más que dulces. El clavo se puede usar para dar sabor a conservas, salsas (puras o con cebolla y laurel), verduras, quesos, arroz e incluso carnes.
Pero, además de darle sabor a tus recetas, el clavo tiene numerosos beneficios para la salud. Después de todo, no es de extrañar que se haya usado con fines medicinales durante miles de años.
