Lo que prometía ser una cena relajante se convirtió en una pesadilla. Una simple ensalada, apenas unos bocados… y entonces un descubrimiento tan perturbador que cambió para siempre nuestra perspectiva sobre la comida. Esto no es solo la historia de una comida arruinada, es una advertencia.
Mi amiga y yo estábamos cenando en un restaurante de moda cuando de repente notó unas pequeñas motitas negras en la ensalada 😲😲. Al principio, pensamos que eran semillas de chía, pero esas bolitas empezaron a moverse 😱. Llamé al camarero, muy asustada 😲. En cuanto nos dimos cuenta de lo que era, corrimos al hospital 😱. Les cuento esto: tengan cuidado. 😣😥
Solo queríamos una cena tranquila. Nada del otro mundo: un restaurante acogedor en el centro, platos aromáticos, música suave. Pero la velada se convirtió en una auténtica pesadilla. Mi amiga pidió una ensalada con aguacate y quinoa. Todo tenía una pinta deliciosa, hasta que de repente se quedó paralizada, con el tenedor a medio camino de la boca.
¿Ves eso?, preguntó, señalando algo en el plato. En la superficie de la ensalada había diminutas motas negras que parecían semillas de chía. Por un momento, incluso pensamos: «Quizás sean solo especias o algún aderezo de moda». Pero su rostro se puso más tenso.
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