En ocasiones, las redes sociales difunden relatos alarmantes sobre supuestos efectos secundarios de las vacunas. Estos mensajes suelen basarse en impresiones personales, no en evidencia científica. Antes de sacar conclusiones, es fundamental consultar fuentes fiables: organizaciones de salud pública, estudios médicos reconocidos y opiniones de profesionales.
Proteger los pulmones comienza con una prevención eficaz. La vacuna contra la COVID-19 es una de estas medidas de protección, junto con el uso de mascarillas en espacios cerrados y garantizar una ventilación adecuada. Al limitar la propagación del virus, la vacunación protege no solo la salud individual, sino también la de la comunidad.
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