Desmaquíllese con productos suaves que no irriten la piel.
Limpie su rostro con agua tibia y séquelo con una toalla suave dando palmaditas para evitar irritaciones.
Exfolie la piel no más de una o dos veces por semana, utilizando productos suaves.
Preste especial atención al contorno de los ojos, que es la zona más sensible.
Utilice una crema hidratante no comedogénica que no obstruya los poros.
Elija cosméticos ligeros y no grasos (preferiblemente en polvo).
Una rutina de cuidado de la piel adecuada es la mejor manera de reducir el riesgo de milium y mantener una apariencia fresca y saludable.
📌 Este artículo tiene fines informativos únicamente. No se automedique y consulte siempre a un profesional de la salud cualificado antes de aplicar la información aquí contenida. El editor no garantiza los resultados y no se responsabiliza de los daños que puedan derivarse de su uso.
