Si ves estas 3 cosas en una habitación de hotel, sal inmediatamente

No hablamos de una sábana mal doblada, sino de detalles más sutiles. Fíjate en los grifos y la ducha. Un cabezal de ducha con cal, juntas ennegrecidas o pelos en la manguera son señales de una limpieza… bueno, deficiente. No dudes en desmontar ligeramente el cabezal de la ducha para comprobarlo. No te apuntaste a un spa… ¡pero al menos te apuntaste a una ducha limpia!

Un consejo: si algo le parece sospechoso o está realmente sucio, llame a recepción inmediatamente. En la mayoría de los casos, el personal le ofrecerá alojamiento alternativo sin dudarlo. Usted es nuestro cliente y su bienestar es nuestra prioridad.

Pequeños detalles, gran diferencia

También recuerda revisar la cerradura de la puerta, la temperatura del minibar (si lo hay) y el estado de la cama (colchón centrado, almohadas limpias, sin manchas sospechosas). Estas acciones solo toman unos minutos, pero pueden transformar una estancia estresante en un descanso verdaderamente placentero.

Y si te encantan las rutinas de viaje, ¿por qué no creas tu propia lista de “Llegada al Hotel” en tu teléfono? Es como un mini ritual de seguridad moderno.