Si un gato muerde a su dueño, esto es lo que realmente significa…

Los gatos tienen la piel muy sensible y, a veces, simplemente demasiado contacto les resulta incómodo. Una mordedura es una forma de decir: “Ya basta, estoy satisfecho”.

Consejo: Presta atención a las señales de advertencia sutiles: un movimiento de cola más rápido, orejas que se mueven nerviosamente, músculos tensos. Estas son señales de que es hora de dejar de acariciar a tu gato.

2. Jugando con el instinto depredador

Un gato puede percibir la mano de su dueño como un blanco móvil, una presa a cazar. Si juegas con tu gato usando las manos en lugar de juguetes, le estás enseñando que está bien morder.

Consejo: Usa juguetes de cuerda, cañas de pescar o peluches, no tus manos. Deja que tu gato satisfaga sus instintos de caza de forma controlada.

3. Trastornos del estado de ánimo o dolor

Un comportamiento agresivo repentino en un gato que antes era tranquilo puede indicar dolor o enfermedad. Morder puede ser una forma de defensa si algo le causa molestias físicas, como dolor de muelas, dolor articular o una infección.

Consejo: Si tu gato de repente empieza a morder sin motivo aparente o evita el contacto físico, consulta con un veterinario.

4. Miedo y estrés

Los gatos pueden ser muy sensibles a los cambios: un nuevo miembro en la familia, una mudanza, un olor diferente en ti. En una situación de estrés, un gato puede reaccionar mordiendo en defensa propia.