3. Agregar la esencia de vainilla
Vierte la vainilla para realzar el sabor. Si prefieres, reemplázala por ralladura de limón, naranja o unas gotas de almendra.
4. Personalizar la mezcla
Es el momento de añadir frutas frescas, trozos de galleta, chocolate rallado o frutos secos. Combina sabores a tu gusto.
5. Congelar la mezcla
Coloca en un recipiente hermético y lleva al congelador durante seis horas como mínimo. Para evitar cristales de hielo, remueve la mezcla cada hora durante las tres primeras horas.
Consejos para lograr un helado perfecto
Usa siempre nata con alto contenido en grasa para obtener cremosidad.
Mantén los ingredientes fríos antes de comenzar.
Añade una cucharada de licor (ron, whisky o amaretto) para suavizar la textura.
Si prefieres un helado más ligero, sustituye parte de la nata por yogur natural.
Para colores intensos, utiliza frutas maduras y sin cocinar.
Variantes deliciosas de helado casero
Helado de fresa
Tritura 200 g de fresas frescas y mézclalas con la base. Añade unas gotas de limón para potenciar el sabor.
Helado de chocolate
Agrega tres cucharadas de cacao puro en polvo y trozos de chocolate negro. Es una opción irresistible para los amantes del cacao.
Helado de café
Disuelve dos cucharaditas de café soluble en un poco de nata. Incorpóralo a la mezcla y obtendrás un helado con aroma intenso.
Helado de mango tropical
Usa 250 g de pulpa de mango madura y mezcla con la base. Su sabor dulce y refrescante lo convierte en un favorito de verano.
Helado de yogur y miel
Sustituye la mitad de la nata por yogur griego. Añade miel y trozos de nueces para un resultado fresco y saludable.
