2. Prepara el empanizado
Mientras se marina el pollo, prepara el empanizado. En un recipiente aparte, mezcla la harina, el pimentón, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, la pimienta negra, la pimienta de cayena y la sal. Mezcla bien todos los ingredientes para que las especias se distribuyan uniformemente. Un buen empanizado es esencial para lograr una textura crujiente perfecta.
3. El empanizado
Después de marinar, saca el pollo del refrigerador y déjalo escurrir unos minutos. Luego, toma cada pieza de pollo y rebózala generosamente en la mezcla de harina, presionando ligeramente para que la harina se adhiera bien. Sacude el exceso de harina y coloca las piezas empanizadas sobre una rejilla o un plato.
4. Freír
En una cacerola grande o freidora, calienta el aceite a 180 °C (350 °F). Para comprobar si el aceite está listo, sumerja un pequeño trozo de pan en él; si flota en la superficie y se dora, el aceite está listo. Fría el pollo en tandas pequeñas para evitar que baje demasiado la temperatura del aceite.
Fría cada pieza de pollo durante unos 10 a 15 minutos, o hasta que esté dorada y crujiente. Use pinzas para voltear las piezas y que se cocinen uniformemente. Una vez cocidas, escúrralas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
