Esta apariencia poco apetitosa suele generar dudas sobre la frescura o seguridad del huevo. Afortunadamente, esta decoloración no tiene nada que ver con el deterioro, sino con el método de cocción. ¡No te asustes, es simplemente cuestión de técnica!
El anillo verdoso alrededor de la yema del huevo se debe a una reacción química entre el hierro de la yema y el sulfuro de hidrógeno de la clara. Esta reacción ocurre principalmente cuando los huevos se cocinan demasiado tiempo o a una temperatura demasiado alta. Esto provoca la aparición de un anillo que, si bien no es perjudicial, puede afectar el apetito.
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Este fenómeno es más pronunciado con los huevos viejos, aunque los frescos no son completamente inmunes. Para evitar esta decoloración, simplemente siga unos sencillos pasos. Comience por hervir los huevos, apague el fuego y déjelos reposar en el agua caliente de 9 a 12 minutos, dependiendo de su tamaño.
Luego, enfríelas inmediatamente en agua fría o helada; esto detiene la cocción al instante y limita las reacciones químicas. ¿El resultado? Una yema de huevo perfectamente amarilla, tierna y sabrosa, sin bordes indeseados.
