¿Qué pasa después de 30 días de duchas frías?

Cómo empezar la terapia de frío
Es importante progresar lentamente con la exposición al frío. Empieza con duchas ligeramente frías y reduce gradualmente la temperatura. También puedes empezar con duchas alternadas de agua caliente y fría, conocidas como terapia de contraste, que ofrecen los beneficios de la exposición regular al frío y pueden facilitar la recuperación después del entrenamiento.

Otro método es usar una sauna en combinación con una ducha fría o un baño de hielo. La alternancia de calor y frío provoca que los vasos sanguíneos se abran y cierren rápidamente, creando un bombeo que ayuda a reducir la inflamación y a mejorar el suministro de nutrientes a los músculos. Concéntrate en la respiración e intenta calmar el cuerpo, como en la meditación, para tolerar mejor el frío.