Pon un poco de sal gruesa y orégano en tus manos, me lo agradecerás.

Lo que sentirás

Físicamente : Tus manos estarán más suaves, tersas y visiblemente refrescadas.
Emocionalmente : Este pequeño ritual calma la mente, como un masaje en miniatura.
Energéticamente : según la tradición, “limpia” la atmósfera que te rodea y atrae buenas vibraciones.
Y sobre todo, es una pausa sencilla, gratuita y efectiva para reconectar contigo mismo.

Algunas precauciones útiles
Como con cualquier tratamiento casero:

Evítalo si tienes cortes o piel muy sensible.
No frotes con demasiada fuerza: la delicadeza es esencial.
Este gesto no sustituye al tratamiento médico, sino que encaja perfectamente en una rutina de bienestar.
A veces no hace falta casi nada para sentirse realmente mejor .