En un recipiente limpio, mezclá bien todos los ingredientes hasta formar una pasta homogénea.
Aplicá la mezcla sobre la piel limpia, en las zonas afectadas por acné o manchas.
Dejá actuar entre 15 y 20 minutos.
Enjuagá con agua tibia y secá suavemente con una toalla limpia.
Repetí el tratamiento 3 veces por semana, preferentemente por la noche.
💡 Importante: Si usás limón, asegurate de no exponerte al sol en las horas siguientes, ya que puede manchar la piel aún más.
¿Por qué este método es tan efectivo?
Cada ingrediente actúa de manera sinérgica:
La miel limpia los poros y ayuda a cicatrizar las lesiones sin resecar la piel.
La cúrcuma reduce la inflamación de los granitos y aclara las manchas con el uso constante.
El aloe vera hidrata profundamente y ayuda a regenerar la piel dañada.
El limón, usado con precaución, es un excelente aclarador natural.
Este tratamiento no altera el equilibrio de la piel como lo hacen muchos productos químicos agresivos. Al contrario, fortalece la barrera cutánea y ayuda a prevenir nuevas imperfecciones.
Consejos adicionales para potenciar los resultados
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