El jengibre, por otro lado, es un potente antiinflamatorio natural. Estimula la digestión, acelera el metabolismo y ayuda a aliviar las náuseas. También es muy eficaz para mejorar la circulación y fortalecer el sistema inmunitario, gracias a sus compuestos activos como el gingerol.
La menta le da un toque refrescante a la bebida y facilita la digestión. Esta hierba ayuda a calmar el estómago, reducir la hinchazón y relajar los músculos del tracto digestivo. Su sabor suave y fresco la convierte en el complemento perfecto para esta mezcla.
El limón es conocido por su alto contenido en vitamina C y sus propiedades alcalinizantes. Ayuda a depurar el hígado, fortalecer el sistema inmunitario y mejorar la apariencia de la piel. Además, tiene un ligero efecto diurético, favoreciendo la eliminación de líquidos retenidos.
