Pastel Casero: La Receta Definitiva para Hornear con Confianza

Incorporación de huevos: Agrega los huevos uno a uno, asegurándote de que cada uno se integre completamente antes de añadir el siguiente. Bate bien después de cada adición. Si añades todos los huevos simultáneamente, la emulsión puede romperse, resultando en una textura menos uniforme. Este paso debe tomar aproximadamente 2-3 minutos en total. La mezcla se verá más líquida ahora, lo cual es perfectamente normal.

Adición de líquidos aromáticos: Vierte la leche y el extracto de vainilla, mezclando suavemente hasta incorporar. No te alarmes si la mezcla parece cortada en este punto; todo se unificará cuando añadas los ingredientes secos.

Preparación de ingredientes secos: En un recipiente separado, tamiza juntos la harina, el polvo de hornear y la sal. El tamizado cumple dos funciones importantes: elimina grumos y airea la harina, lo que contribuye a un pastel más ligero. Además, garantiza que el polvo de hornear se distribuya uniformemente, evitando esas desagradables bolsas de sabor amargo que aparecen cuando el leudante se concentra en áreas específicas.

Integración final: Añade los ingredientes secos a la mezcla húmeda en tres tandas, alternando con un poco de leche si la masa se siente muy espesa. Usa movimientos envolventes suaves, mezclando solo hasta que desaparezcan los últimos rastros de harina seca. Este es el momento más crítico: el sobre-mezclado desarrolla el gluten en exceso, resultando en un pastel denso y gomoso. La masa ideal tiene algunos pequeños grumos; eso es señal de que no has mezclado de más.