Masa: Añade el huevo, la mantequilla y la sal. Agrega poco a poco la harina y amasa hasta obtener una masa suave y elástica (10–15 minutos a mano o 8 minutos en amasadora). ¡El amasado es un gran ejercicio, así que no te lo saltes!
Primer levado: Coloca la masa en un bol engrasado, cúbrela con un paño y deja reposar 1 hora o hasta que doble su tamaño. ¡Paciencia, es parte de la magia!
Formado: Divide la masa en porciones iguales, forma bolitas y colócalas en un molde engrasado (redondo o rectangular).
Segundo levado: Deja reposar 30–40 minutos más, hasta que los bollitos se esponjen y se junten entre sí. ¡Verás cómo crecen, son como pequeños globos de felicidad!
Barnizado y horneado: Pinta la superficie con la yema de huevo mezclada con una cucharada de leche. Hornea en horno precalentado a 180 °C durante 20–25 minutos, hasta que estén dorados. El aroma que saldrá de tu horno te hará sentir como un chef profesional.
Decoración: Al sacar del horno, puedes espolvorear con coco rallado o azúcar glas. ¡Este es el toque final que hará que tu pan luzca espectacular!
Consejos para mejorar el Pan de Leche Esponjoso
Para llevar tu Pan de Leche a otro nivel, ¡no dudes en ser creativo! Puedes añadir nueces picadas, chispas de chocolate o incluso especias como canela o cardamomo. Estas adiciones no solo aportarán un sabor único, sino que también le darán un toque personal que tus seres querido adorarán.
Cómo servir Pan de Leche Esponjoso
Este pan es ideal para el desayuno, pero también se puede disfrutar en cualquier momento del día. Prueba a servirlo con un poco de mantequilla y mermelada, o incluso disfrútalo solo, ¡porque es tan bueno que no necesitas nada más!
