Ingredientes necesarios:
El jugo de 2 limones frescos (para neutralizar los olores fuertes)
250 ml de agua tibia (para una sensación de suavidad)
½ cucharada de canela molida (naturalmente antibacteriana)
1 cucharada de miel líquida (con propiedades calmantes)
1 cucharada de bicarbonato de sodio alimentario (para neutralizar los olores)
Preparación: tan simple como hacer una infusión
En un bol grande, mezcla primero la miel, la canela y el bicarbonato.
Agrega luego el agua tibia, removiendo suavemente.
Termina con el jugo de limón recién exprimido.
Una vez homogéneo, vierte la mezcla en un frasco de vidrio hermético.
Ya está listo: utilízalo como un enjuague bucal clásico, después del cepillado.
Agita un poco, enjuaga, sonríe… y respira tranquilo.
