Los sorprendentes efectos de la abstinencia prolongada en tu cuerpo

Disposiciones

¿Y qué pasa en una relación?

A veces, la falta de contacto físico lleva al distanciamiento emocional. Pero no tiene por qué ser así. Por el contrario, puede convertirse en una oportunidad para reconectar de otra manera: hablando, redescubriéndose, reavivando la intimidad. La intimidad no se limita a lo físico. También abarca todo lo que compartimos en los gestos cotidianos, los detalles y las miradas.
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Una oportunidad para reenfocarte

A veces, la abstinencia es una pausa necesaria. Te permite evaluar tus deseos, tus necesidades, tu relación contigo mismo/a y con los demás. Se convierte entonces en un espacio para reconectar contigo mismo/a, para cuidar tu cuerpo de una manera diferente, para fortalecer tu confianza e incluso, ¿por qué no?, para redescubrir el deseo de una forma nueva.

Sin presiones, solo escucha.

Así que no, tu cuerpo no se está “deteriorando”. No, no te estás quedando atrás. Y, sobre todo, no, no estás solo/a. Lo que estás experimentando es legítimo, normal, humano. Lo más importante es ser amable contigo mismo/a y recordar que cada camino es único.

Porque en el amor, como en el bienestar, lo que más importa es escucharte a ti mismo/a.