Hipertensión arterial.
Diabetes y colesterol alto.
Obesidad y sedentarismo.
Fumar y beber en exceso.
Arritmias cardíacas como fibrilación auricular.
Antecedentes familiares.
Edad mayor a 55 años, aunque también puede presentarse en jóvenes.
Consejos y recomendaciones
Establece junto a tu médico metas personales de presión arterial, niveles de colesterol y control de glucosa.
No ignores los síntomas, aunque sean breves o intermitentes.
Incorpora hábitos saludables en tu rutina diaria, no solo como prevención, sino como parte de tu calidad de vida.
Educa a tu familia sobre el método FAST: todos deben saber cómo actuar.
El ictus rara vez ocurre sin avisar. Aprender a escuchar las señales del cuerpo y actuar de inmediato puede salvar vidas y evitar secuelas graves. La prevención y la atención temprana son las mejores armas frente a esta enfermedad.
