Experimentos realizados en ratones han demostrado la eficacia del tratamiento. Actualmente se están preparando ensayos clínicos en humanos, con la esperanza de que el tratamiento esté disponible para 2030. Los científicos creen que los humanos aún podrían poseer brotes dentales “terceros”, ocultos y esperando ser activados. Esta idea se inspira en animales como tiburones y elefantes, que reemplazan sus dientes de forma natural a lo largo de su vida. Gracias a los avances en la regeneración de tejidos dentales y huesos, los investigadores están convencidos de que es posible revertir la pérdida de dientes biológicamente.
Si todo va bien, la próxima década podría convertir la regeneración dental en una opción real para millones de personas que pierden dientes debido a la edad, lesiones o enfermedades.
