Además, esta señal refuerza la necesidad de una comunicación abierta. Hablar, compartir y brindar apoyo: estas acciones crean un entorno seguro. La persona se siente apoyada, comprendida y rodeada de sus seres queridos. Esta actitud reduce la ansiedad que acompaña a los primeros síntomas. Los seres queridos desempeñan un papel fundamental durante este delicado período.
El anuncio de un diagnóstico no marca el final de una vida. Más bien, inicia una nueva etapa. Esta etapa requiere organización, paciencia y comprensión. También ayuda a fortalecer los vínculos. Las familias que avanzan juntas superan las primeras etapas con mayor facilidad. La orientación y el apoyo brindan una estabilidad invaluable.
