¿Y si fueras una mezcla?
Atención: ¡es el caso de casi todo el mundo! Pocas personas encajan perfectamente en un solo tipo. La mayoría fluctúa entre dos perfiles, lo que explica por qué tu figura puede reaccionar de forma diferente según la época del año.
Lo más importante no es definirte, sino observar cómo te sientes: ¿Necesitas más energía? ¿Movimientos más suaves? ¿Tiempo para recuperarte? Tu cuerpo siempre tiene la respuesta.
Cómo mejorar tu figura sin darle demasiadas vueltas:
Ectomorfo: prioriza comidas completas, regulares y nutritivas para sentirte lleno de energía.
Mesomorfo: busca un buen equilibrio entre actividades variadas y alimentos con diversos beneficios nutricionales.
Endomorfo: prioriza platos coloridos y movimientos vigorizantes adaptados a tu ritmo.
En definitiva, tu cuerpo no te impone límites: simplemente te muestra la mejor manera de cuidarlo con delicadeza e inteligencia para cultivar una figura radiante y un bienestar duradero.
