¿Eres ectomorfo, mesomorfo o endomorfo? Descubre tu tipo de cuerpo y cómo sacarle el máximo provecho.

¿Has notado que algunas personas esculpen su figura con facilidad, mientras que otras tienen dificultades con cuerpos que reaccionan de forma diferente a los mismos hábitos? ¿Y si no fuera solo cuestión de disciplina, sino simplemente de tipo de cuerpo? Detrás de esta palabra se esconde una valiosa pista para comprender mejor tu cuerpo, apreciarlo tal como es y, sobre todo, aprender a sacarle el máximo provecho sin agotarte ni compararte con los demás.
Entendiendo los Tipos de Cuerpo: Una Herramienta, No una Etiqueta

Ante todo, ¡no intentes encasillarte! Los términos “ectomorfo”, “mesomorfo” y “endomorfo” simplemente nos ayudan a comprender mejor cómo funciona tu cuerpo de forma natural. No dicen nada sobre tu valor, y mucho menos sobre tu potencial. La idea es ajustar tus hábitos para que realmente te apoyen en el día a día, como elegir ropa que te quede perfecta en lugar de seguir una moda que no te favorece.

Ser ectomorfo: la silueta esbelta que debes apreciar
Si te identificas con un cuerpo esbelto, hombros estrechos y una apariencia ligera y elegante, es posible que pertenezcas al tipo de cuerpo ectomorfo. Este tipo de cuerpo suele necesitar más energía para sentirse en forma, de ahí la importancia de consumir comidas nutritivas ricas en fuentes de energía como cereales integrales, frutos secos o legumbres.