Beneficios: Descongestiona las vías respiratorias, fluidifica el moco y calma la inflamación.
Preparación:
Hierve agua en una olla.
Agrega 5 hojas de eucalipto o unas gotas de aceite esencial de menta.
Inhala el vapor cubriéndote la cabeza con una toalla durante 10 minutos.
Consejo: Hazlo dos veces al día, especialmente antes de dormir.
2. Té de jengibre, miel y limón
Beneficios: Potente antiinflamatorio y expectorante natural.
Ingredientes:
1 taza de agua caliente
1 rodaja de jengibre fresco
1 cucharada de miel
El jugo de medio limón
Preparación:
Hierve el jengibre durante 5 minutos.
Añade el limón y la miel al final.
Consumo: 2-3 veces al día para eliminar la flema y reforzar el sistema inmune.
3. Irrigación nasal con agua salina
Beneficios: Limpia las fosas nasales, elimina alérgenos y reduce la congestión.
Preparación:
Mezcla 1 taza de agua tibia, 1/2 cucharadita de sal marina y una pizca de bicarbonato.
Usa una jeringa sin aguja o un frasco tipo neti pot para irrigar las fosas nasales con esta solución.
Consejo: Ideal para quienes sufren de rinitis alérgica o sinusitis frecuente.
