El ajo es una alternativa económica y eficaz para tratar infecciones fúngicas en diferentes partes del cuerpo. Su potente acción antifúngica, combinada con su accesibilidad, lo convierte en una excelente opción para quienes prefieren soluciones naturales. Sin embargo, en casos graves o persistentes, siempre es recomendable consultar a un especialista para recibir un tratamiento adecuado.
