El ajo (Allium sativum) ha sido utilizado desde la antigüedad no solo como un ingrediente culinario, sino también como un potente remedio natural gracias a sus propiedades medicinales. Entre sus múltiples beneficios, destaca su capacidad para combatir infecciones fúngicas en diversas partes del cuerpo, como el cuero cabelludo, las manos, las uñas y los pies. Su eficacia se debe a sus compuestos activos, principalmente la alicina, que posee propiedades antifúngicas, antibacterianas y antivirales.
Propiedades Antifúngicas del Ajo
