Los acertijos han sido durante siglos una forma de entretenimiento, educación y ejercicio mental. Desafían nuestra lógica, nuestra creatividad y, muchas veces, nuestra percepción de la realidad. Entre los acertijos más famosos y engañosos se encuentra el acertijo de los 6 huevos, un enigma que ha logrado confundir a casi todas las personas que lo intentan resolver por primera vez. Su popularidad se debe no solo a la simplicidad de su enunciado, sino también a la astucia con la que manipula nuestra forma de pensar.
El enunciado del acertijo
El acertijo dice lo siguiente:
“Tienes 6 huevos en una cesta. Seis personas quieren llevarse un huevo cada una. ¿Cómo puedes repartir los huevos para que cada persona reciba un huevo y aún quede un huevo en la cesta?”
A primera vista, parece imposible. Si intentamos repartir un huevo a cada persona de manera tradicional, usaríamos los seis huevos para las seis personas. Esto dejaría la cesta vacía, lo que contradice la condición de que aún quede un huevo en la cesta. La mayoría de las personas intentan resolverlo con cálculos matemáticos o manipulaciones complejas de los huevos, sin percatarse de que la solución está en un detalle sencillo y literal del enunciado: la cesta misma.
La solución del acertijo
La solución requiere pensar fuera de lo convencional. Así es como funciona:
Se entregan cinco huevos a cinco personas, uno para cada una.
Para la sexta persona, se le entrega la cesta con el huevo que queda dentro.
De esta manera, cada persona recibe un huevo, y todavía hay un huevo en la cesta, que ahora está en posesión de la sexta persona.
