A veces, su anillo de bodas se queda en el cajón.
Una joya que se usa a diario puede resultar incómoda en momentos de estrés o confusión. Olvidarla o quitársela ocasionalmente no siempre tiene un significado profundo: podría ser un reflejo sutil de una ligera agitación interna.
Esto parece más crítico.
Cuando nuestras emociones son intensas, a veces nos volvemos más sensibles, más reactivos, más irritables. El problema no eres tú; son tus emociones las que se desbordan.
Sus emociones son como una montaña rusa.
Entre momentos de entusiasmo y momentos de mayor vulnerabilidad, puede mostrar cambios de humor sorprendentes. En lugar de sacar conclusiones precipitadas, un simple “¿Quieres hablar de ello?” Puede abrir perspectivas inesperadas y fomentar un diálogo más tranquilo.
