4. Rellenar y decorar
Cuando los croissants estén fríos, con cuidado retira los moldes del interior. Luego, con una manga pastelera equipada con una boquilla ancha, rellena generosamente cada croissant por ambos extremos con la mezcla de crema pastelera y nata montada.
Colócalos en una bandeja o fuente bonita y espolvorea por encima un poco de azúcar glas para darles ese toque final de pastelería profesional.
Consejos para disfrutarlos al máximo
Servir fríos: Aunque pueden comerse a temperatura ambiente, fríos son más refrescantes y la crema mantiene mejor su forma.
Personaliza el sabor: Puedes añadir ralladura de limón o naranja a la crema para dar un toque cítrico. También puedes espolvorear canela por encima.
Relleno alternativo: ¿No te gusta la nata? Sustitúyela por crema de chocolate, dulce de leche o incluso una mermelada espesa.
Perfectos para cualquier ocasión
Estos croissants caseros son ideales para sorprender en un desayuno especial, una merienda con amigas o como postre elegante tras una cena. Además, son una opción fantástica para llevar a una reunión familiar o simplemente darte un gusto sin salir de casa.
¿Te animas a probar esta receta?
No necesitas ser una experta pastelera para preparar estos deliciosos croissants. Solo un poco de paciencia, amor por los dulces y ganas de disfrutar. Una vez que los pruebes, ¡querrás repetir!
