Necesitas:
2 a 3 limas muy frescas
Sal gruesa (sal marina o rosa del Himalaya)
Un platillo o tazón pequeño (recomendado)
Pasos:
Corta cada limón en cuartos sin separar completamente los gajos.
Espolvorear sal en el centro.
Colóquelo sobre un platillo y dispóngalo en un rincón estratégico de la habitación.
Reemplazar cada 2 o 3 días, dependiendo del estado de la fruta.
Pequeños consejos prácticos:
No colocar directamente sobre la madera: el jugo podría dañarla.
Manténgalos fuera del alcance de los niños curiosos y las mascotas.
¡No son para cocinar! Estos limones son para ambientar, no para tus recetas.
Dale a tu hogar un soplo de aire fresco… una lima a la vez.
