Dormir sobre el lado izquierdo no es sólo una peculiaridad de los yoguis. Este puesto supone un auténtico activo para la salud. Promueve una mejor digestión, reduce el reflujo ácido, mejora la circulación linfática y es muy recomendable para mujeres embarazadas para optimizar el flujo sanguíneo al bebé.
Pero eso no es todo. Los estudios demuestran que dormir de lado estimula un proceso poco conocido pero crucial: la limpieza del cerebro por parte del sistema glinfático, lo que podría reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
¿Y qué pasa con las otras posiciones?
Boca arriba: cómodo para la columna, sí, pero arriesgado si roncas o sufres de apnea del sueño. Esta postura puede disminuir los niveles de oxígeno en la sangre e interrumpir el sueño profundo.
Boca abajo: ésta es la posición que debes evitar. Tuerce el cuello, comprime los órganos internos y dificulta la respiración. Un cóctel perfecto para el dolor crónico y para despertarse dolorido.
En el lado derecho: menos catastrófico que en el estómago, pero puede acentuar los síntomas del reflujo gastroesofágico (ERGE) y sobrecargar el hígado.
La edad también importa
En los niños, se recomienda dormir boca arriba para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) . Para los adolescentes, esta es una oportunidad para establecer buenos hábitos posturales. Pero a partir de los 60 años, la apnea del sueño se convierte en un verdadero problema: ¡ evite dormir boca arriba !
