4. Qué evitar
Intenta evitar comer comidas crudas abundantes por la noche, sobre todo si contienen mucha fibra, son ácidas o picantes. Los cítricos, la cebolla y el ajo crudo pueden provocar acidez o reflujo ácido si te acuestas poco después de comer. Además, evita combinar alimentos crudos con platos cocinados pesados; la diferencia en la velocidad de digestión puede causar molestias estomacales.
5. Encontrar el equilibrio
. La clave está en la moderación y el momento adecuado. Consumir una porción ligera de alimentos orgánicos crudos al menos una o dos horas antes de acostarse puede aportar nutrientes sin sobrecargar el sistema digestivo. Combinar los alimentos crudos con una infusión caliente o un poco de comida cocinada, como verduras al vapor o quinoa, también puede contribuir a un equilibrio armonioso.
Consideraciones finales:
Comer alimentos orgánicos crudos por la noche puede ser saludable, si se hace con atención. Prioriza ingredientes suaves y fáciles de digerir, y consúmelos lo suficientemente temprano para que tu cuerpo los procese antes de dormir. Tu cuerpo se repara durante la noche, así que nutrirlo con alimentos limpios, orgánicos y sencillos puede potenciar este proceso natural. Escucha a tu cuerpo: si las comidas crudas te producen pesadez o hinchazón, prueba combinaciones más ligeras o disfruta de tus platos crudos favoritos más temprano durante el día.
