Bolitas de salchicha: el refrigerio que nunca llega a la mesa

Para congelar:
Haz las bolitas y colócalas en una bandeja en el congelador durante 30 minutos. Luego guárdalas en una bolsa hermética.

Para recalentar:
Hornéalas congeladas a 350°F (175°C) durante 10–15 minutos o hasta que estén bien calientes. También puedes calentarlas en microondas, pero el horno las deja más crujientes.

Perfectas para cualquier ocasión
Te juro que estas bolitas son las reinas de los snacks. Prepara una tanda para:

Día de partido: Con cerveza fría, ¡anotas touchdown!

Mañanas navideñas: Con huevos revueltos y rollos de canela.

Reuniones familiares o potlucks: Llévalas y verás cómo desaparecen.

¿Antojo nocturno? Tú sabes que sí.

Un último apunte (y un poquito de ego)
No digo que me haya convertido en la “chica de las bolitas de salchicha” de mi familia, pero… ok, sí lo soy. La gente me las pide por nombre. Si llego sin ellas, hasta mi tía Patty me mira raro.

Hazlas una vez y lo entenderás. Son cálidas, saciantes, con ese toque grasoso que reconforta… y saben a algo que tu abuela haría con amor.

Así que la próxima vez que necesites un poquito de consuelo, salta lo industrial. Prepara estas bolitas de salchicha, sírvete una bebida bien fría y disfruta los pequeños placeres de la vida—como ese queso que se estira al morder, o robar la última del plato sin que nadie lo note.