«¿Y si no soy vegetariano?»
Mejor aún. Combinar las lentejas con una pequeña cantidad de pescado o pollo puede favorecer la recuperación muscular gracias a la sinergia de los aminoácidos.
«¿Tengo que comerlas todos los días?»
No, con hacerlo un par de veces por semana es suficiente para notar una diferencia considerable a largo plazo.
¿El siguiente paso?
Empieza poco a poco. Sustituye los huevos del desayuno por lentejas dos veces por semana. Observa cómo reacciona tu cuerpo.
Podrías notar:
Mayor fuerza en las manos
Energía más estable
Mejor digestión
Sueño más profundo
Estas pequeñas victorias se suman para lograr algo grande: un cuerpo que apoya tu independencia, en lugar de limitarla.
Pero no esperes demasiado. La pérdida muscular se acelera cada año después de los 50. Cada comida es una lucha.
Así que la próxima vez que comas huevos, tómate un respiro y dale a tus músculos lo que realmente necesitan.
Un tazón caliente y nutritivo de lentejas podría ser el paso más sencillo hacia la fuerza, la vitalidad y la confianza, a cualquier edad.
Este artículo se proporciona únicamente con fines informativos y no sustituye el consejo médico profesional. Consulta con tu médico para obtener orientación personalizada.
