Durante la adolescencia, la piel y el cuerpo experimentan cambios, y a veces aparecen pequeñas molestias. Esto es lo que pensó Flávia Leonel Santana, una influencer brasileña de 14 años, cuando empezó a sentir un extraño picor después de ducharse. Al principio, un ligero hormigueo, luego una irritación real.
Cambia de jabón. Luego de champú. Nada funciona.

Los días pasan y los síntomas se intensifican, convirtiéndose en una molestia constante.

Cuando el agua se convierte en un desencadenante

Flávia incluso probó a lavarse solo con agua, sin ningún producto. ¿El resultado? Las mismas manchas rojas seguían en su piel. Nada parecía tener sentido. Pensando que podría tratarse de una alergia alimentaria, modificó su dieta. De nuevo, ninguna mejoría .

Hasta el día en que un simple aguacero lo cambie todo.

Bajo su paraguas, unas gotas de lluvia le cayeron en la pierna. Y fue precisamente allí donde apareció el enrojecimiento . Una revelación.

« ¿Y si soy alérgica… al agua? », se dijo a sí misma, asombrada.

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