Tus conversaciones se convierten en monólogo
Recuerda cuando su nombre en tu pantalla te hacía sonreír. Hoy, sus mensajes son escasos, sin entusiasmo o tardan horas en llegar. Esto no es anecdótico.
Una comunicación debilitada puede revelar un interés en declive. Cuando siempre pone el trabajo como excusa para evitar conversar, hay razones para preguntarse —sin sacar conclusiones precipitadas.
Una sensación persistente de malestar te invade sin que puedas explicarlo. Algunas actitudes, aunque parezcan inofensivas, podrían esconder una realidad inquietante. Aprende a descifrar esos gestos que hablan más fuerte que las palabras.Ya no se comporta como antes… y se nota
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