Todos experimentamos lagunas mentales de vez en cuando. Por ejemplo, podríamos olvidar dónde pusimos las llaves o el nombre de un amigo. Sin embargo, existe una gran diferencia entre estos deterioros cognitivos normales y los verdaderos signos tempranos de demencia. Comprender esta diferencia puede ser crucial para usted o un ser querido.
Más que un simple descuido
La demencia es más que un simple olvido. Es un deterioro progresivo de la memoria, la capacidad de razonamiento y el juicio que afecta la vida diaria. A diferencia de los lapsus de memoria ocasionales que todos experimentamos, la demencia altera fundamentalmente la función cerebral y perjudica la comunicación, la toma de decisiones y la regulación emocional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que más de 55 millones de personas en todo el mundo viven con demencia. Si bien la edad aumenta el riesgo, es importante recordar que la demencia no es una parte inevitable del envejecimiento. La detección temprana es tan crucial que algunas causas son tratables, y los nuevos tratamientos pueden ralentizar la progresión de la enfermedad si se detectan a tiempo. Analicemos 15 señales de advertencia que distinguen el envejecimiento normal de una posible demencia:
